Panorama sectorial de la industria aseguradora (4º trim. 2020)
Las economías emergentes se enfrentan igualmente a una caída de su negocio asegurador, como ha sucedido en las crisis más severas vividas en las últimas décadas. En Brasil, las expectativas económicas para 2020 anticipan una caída del PIB a consecuencia de la pandemia en un rango entre el -5,3% y el -5,6%, frente al crecimiento real estimado en 2019 del 1,1% (1,2% en 2018). En México las expectativas económicas para 2020 anticipan una contracción económica a consecuencia de la pandemia que podría estar en una horquilla entre el -9,6% y el -9,8%, tras el crecimiento de -0,3% de 2019 (2,2% en 2018). Las acusadas caídas del PIB previstas para este año en los mercados emergentes perjudicarán el desarrollo de sus respectivos sectores aseguradores, particularmente el negocio de No Vida. Sin embargo, las políticas monetarias acomodaticias adoptadas por el Banco de Brasil y por el Banco de México ha motivado que las curvas de tipos de interés libres de riesgo de sus mercados respectivos hayan adquirido una pronunciada pendiente positiva en el tramo corto de la curva (véanse las Gráficas 3 y 4), lo que está generando un entorno favorable de tipos de interés en ambos mercados al poder ofrecer tipos garantizados a medio y largo plazo superiores a los tipos a corto (prima por plazo), que puede suavizar el efecto negativo de la contracción del PIB sobre sus respectivos negocios de seguros de Vida ahorro y rentas vitalicias.
En España, el comportamiento del negocio asegurador en los nueve primeros meses de 2020 continúa mostrando pautas muy similares a las de las últimas crisis económicas, con una caída pronunciada en el negocio de autos y un retroceso de los multirriesgos del comercio. El segmento más afectado sigue siendo el negocio de Vida ahorro, que ya venía sufriendo con anterioridad a la crisis derivada de la pandemia. Los seguros de salud, sin embargo, se comportan de forma anticíclica y continúan creciendo, ayudados por la propia naturaleza sanitaria de la presente crisis. Los seguros del hogar y comunidades, por su parte, solo se desaceleran, mostrándose resistentes, y sufren otras líneas de negocio de menor peso como los seguros de asistencia en viaje, con fuertes retrocesos.
En el ámbito supervisor, el “Joint Committe” o Comité Conjunto de las Autoridades Europeas de Supervisión de banca, valores y seguros (EBA, ESMA y EIOPA) en su último informe sobre riesgos y vulnerabilidades del sistema financiero en la Unión Europea pone de relieve que el brote de coronavirus ha traído consigo importantes disrupciones sociales y retos para la economía que tendrán un impacto inevitable en el sector financiero, concretando los problemas a los que se enfrentarán la banca, los fondos de inversión, las entidades aseguradoras y los fondos de pensiones. La intervención de los bancos centrales, así como los mensajes de las autoridades fiscales de un amplio rango de medidas de apoyo a la economía, tanto a nivel nacional como de la Unión Europea, ha devuelto estabilidad a los mercados financieros, que sufrieron durante los meses de febrero y marzo una de las caídas más rápidas de la historia moderna (cercana al 40% en un período de veinte días para los principales índices, que obligó incluso a algunos fondos de inversión a suspender temporalmente los reembolsos). En parte, esta caída estuvo motivada por el rápido movimiento de los inversores hacia la liquidez (“dash for cash”). Sin embargo, la prolongación del entorno de bajos tipos de interés por más tiempo supone un reto para la rentabilidad de la banca, para las compañías aseguradoras de Vida y para los fondos de pensiones. Apunta también que, desde el mes de mayo, los inversores han empezado a diferenciar entre emisores y clases de activos, en un entorno de deterioro de los fundamentales económicos, en el que las preocupaciones sobre el riesgo de crédito empiezan a materializarse.
Por otro lado, el “Joint Committe” pone de relieve que los bancos europeos partían antes de la crisis de una fuerte posición de capital, pero advierte que la dispersión en las posiciones de solvencia individuales permanece alta y algunos bancos que entraron en la crisis con menores niveles de capital y mayores exposiciones de riesgo pueden enfrentarse a importantes retos. En cuanto a las entidades aseguradoras, el informe pone también de relieve su razonable posición de solvencia antes del shock provocado por la pandemia, con un ratio de solvencia agregado del 213% al cierre de 2019. No obstante, los bajos tipos de interés libres de riesgo, las mayores primas de riesgo (“double-hit scenario”), el deterioro crediticio de los activos y la incertidumbre económica pueden tener un impacto negativo en su solvencia y en su rentabilidad en el medio y largo plazo.
El análisis completo en torno a las perspectivas económicas y sectoriales con información adicional y gráficos interactivos sobre la Eurozona, Alemania, Italia, España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, México, Argentina, Turquía, Japón, China y Filipinas puede encontrarse en el informe Panorama Económico y Sectorial 2020: perspectivas hacia el cuarto trimestre, elaborado por MAPFRE Economics y que se encuentra disponible en el siguiente enlace: