Entorno de riesgos 2024-2026: tipología y análisis

Autor: MAPFRE Economics

Síntesis de conclusiones del informe:
MAPFRE Economics
Entorno de riesgos 2024-2026: tipología y análisis
Madrid, Fundación MAPFRE, mayo 2024

 La gestión efectiva de riesgos a nivel global requiere no solo la identificación y comprensión de los riesgos individuales, sino también la capacidad de anticipar y adaptarse a las complejas interacciones entre ellos. La interrelación entre las tipologías de riesgo y su impacto potencial en diversos aspectos de la sociedad, subraya la necesidad de un enfoque multidisciplinario y colaborativo para abordar estos desafíos.

MAPFRE Economics realiza periódicamente un ejercicio de análisis y vigencia de los riesgos de naturaleza social, económica y política que puedan impactar en las previsiones y escenarios económicos empleados en sus informes Panorama económico y sectorial. Dichos escenarios contemplan elementos de riesgo que pueden transformar la visión central (más probable) en una visión alternativa, menos probable y seguramente de mayor coste socioeconómico, analizando los riesgos desde cuatro dimensiones consensuadas en la literatura económica[1]:

I. Vigencia y cercanía en el tiempo de su posible materialización
II. Probabilidad de ocurrencia
III. Severidad o coste esperado en caso de materializarse, y
IV. Centralidad o capacidad de interactuar con otros riesgos.

Tendencias y momento actual de los riesgos

El crecimiento económico global tiende a reducirse como consecuencia del fenómeno estructural del envejecimiento poblacional, la caída de la participación laboral y la reducción de los niveles de productividad.

La inflación, por su parte, ha regresado de manera tendencial y como producto de transformaciones globales productivas, demográficas y estratégicas. La probabilidad de una desaceleración continua es inevitable, aunque no se prevé una recesión inflacionaria en el escenario central de las previsiones elaboradas por MAPFRE Economics. La inflación, que ha mostrado una tendencia decreciente debido a la normalización de las cadenas de suministro y los precios de la energía, aún no ha alcanzado los objetivos fijados por los principales bancos centrales. Este panorama sugiere un ajuste gradual de las políticas monetarias hacia una postura más neutral, en consonancia con la necesidad de abordar los desequilibrios macroeconómicos sin precipitar una contracción económica. La inflación se aproxima al objetivo de la política monetaria, a la vez que la brecha de producto (output gap) está ligeramente por debajo del deseable y no se descarta la posibilidad de nuevos choques de oferta que podrían desestabilizar aún más los objetivos de estabilidad de precios. En un contexto de espera de datos que lo confirmen, en el que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo postergan la bajada de tipos hasta después del segundo trimestre de 2024, estos sopesan si se está debilitando el sistema financiero, por lo que en su balance de pros y contras está el debate de la estabilidad de precios versus estabilidad financiera.

En el complejo panorama de riesgos, en la gobernanza global se vislumbran desafíos que plantean amenazas significativas a nivel nacional y mundial. Se anticipa, con alta probabilidad a medio y largo plazo, que las instituciones internacionales enfrenten dificultades en la gestión de cuestiones como el cambio climático, crisis humanitarias y conflictos geopolíticos, generando una preocupante brecha en la capacidad de respuesta global. La desinformación y la polarización social presentan un riesgo de alta probabilidad a lo largo del tiempo. Las ramificaciones de estos fenómenos incluyen la erosión de la confianza en las instituciones, así como desafíos en la cohesión social y la gobernanza.

El riesgo de conflictos y violencia difusos, diversos y disruptivos, con un aumento proyectado a medio y largo plazo, abarca desde divergencias entre grandes potencias hasta amenazas terroristas, sugiere la posibilidad de guerras más complejas y costos humanos y económicos elevados. El conflicto en Oriente Medio, en particular, ha emergido como un riesgo significativo que podría escalar, afectando la estabilidad global y alterando las previsiones económicas.

MAPFRE Economics en su informe Panorama económico y sectorial establece un marco de riesgos para el corto plazo (dos años vista), en el que presenta una visión detallada de los riesgos socioeconómicos, sanitarios, tecnológicos, geopolíticos y de gobernanza a nivel global, los cuales son conformes con la tipología de dimensiones mencionada anteriormente. Los principales riesgos identificados se centran en la desaceleración económica global, la incertidumbre en la política monetaria y fiscal, la inflación moderada pero persistente, y la influencia de la geopolítica y los mercados internacionales en la economía global. La probabilidad y el impacto de estos riesgos varían, pero todos ellos presentan desafíos significativos para la economía mundial en los próximos años (véase la Gráfica 1). 

 

Gráfica 1. Balance de riesgos de corto plazo: vulnerabilidades y riesgos globales

  

Cabría destacar aquellos riesgos con alta probabilidad y gran severidad como el riesgo geopolítico, la inflación y el riesgo financiero y deuda global. Respecto a este último, la deuda global, la subida de tipos de interés, las políticas de reducción de balance y los conflictos geopolíticos forman un conjunto de riesgos que han estado vigentes desde 2018 y 2019. Estos elementos, interrelacionados de manera intrincada, han marcado la trayectoria de los mercados financieros globales y plantean desafíos a la estabilidad económica global. Existe consenso respecto a que, si bien los tipos de interés se reducirán con respecto a 2022, la senda será superior al promedio histórico y la volatilidad mayor.

Existen cuatro puntos por los que se considera que puede operar el riesgo financiero y de deuda global, todos ellos llevando a una situación de estrés financiero por motivos de liquidez y/o solvencia:

      I.  El endeudamiento público y privado (riesgo soberano y de crédito). La deuda global total asciende en la actualidad (2T2024) aproximadamente a 335% del PIB global, mientras que los mercados emergentes se encuentran con una menor deuda soberana, aunque expuesta a riesgo de tipo de cambio.
        II.   La liquidez en el sistema. La amplia liquidez del sistema y las expectativas de bajada de tipos de interés, están facilitando una relajación visible de las condiciones financieras globales, así como las condiciones de crédito y esto está manteniendo la situación de liquidez y solvencia por el momento.
   III. La solvencia de determinados segmentos en familias y empresas. Estamos asistiendo a incrementos moderadamente fuertes en la mora y los préstamos fallidos que, aunque en la situación de solvencia del sistema financiero no son preocupantes, podrían verse estresados en el caso de que perduren los altos costes de financiación.
       IV.  La “exuberancia” en la valoración de determinados activos. Este exceso de valoración se encuentra tanto en el sector financiero en la renta variable (tech), como en activos financieros de elevado riesgo (producto del exceso de liquidez). En un evento de estrés de liquidez, podríamos asistir a un ajuste en la valoración de los activos muy acusada, que podría dar lugar a crisis de solvencia en determinados segmentos económicos.

Los riesgos relacionados con la subida de tipos de interés, y la construcción y promoción inmobiliaria, resaltan la sensibilidad de los mercados inmobiliarios a factores económicos y financieros, contribuyendo a la dinámica de riesgos globales. Este tipo de riesgo, cuya severidad es elevada, aunque inferior a la vivida en la crisis de 2008 gracias al saneamiento del sistema financiero y de los balances de las familias, se considera en un nivel medio inferior a lo que la taxonomía de referencia señalaría (riesgo económico con implicaciones sociales y políticas).

Los informes preparados por MAPFRE Economics, tanto en el terreno del análisis macroeconómico como del sectorial, comparten una visión del momento actual y sus principales tendencias compatible con la visión de consenso, encontrando, además, lazos muy importantes entre las tendencias descritas anteriormente y los riesgos emergentes y dinámicos que detalla la línea editorial del Foro Económico Mundial (WEF) en su informe Global Risk Report. A modo de resumen, en la Tabla 1 se puede observar la matriz de evolución de los riesgos en el periodo 2018-2024 percibidos por el WEF.

Tabla 1. Matriz de evolución de los riesgos percibidos por el
Foro Económico Mundial en sus informes de riesgos 2018-2024

Impacto del riesgo geopolítico en la industria aseguradora

En cuanto a la industria aseguradora, los riesgos geopolíticos impactan de forma relevante. Un crecimiento más bajo de la actividad económica, como consecuencia de la fragmentación de la economía global por las tensiones geopolíticas, afectaría negativamente en el crecimiento de las primas de seguros, fuertemente interconectadas con los niveles de crecimiento del PIB, y podría influir en la capacidad de las aseguradoras para diversificar riesgos e incrementar el coste de las reclamaciones. Así, a medida que las economías divergen, impulsadas por cambios motivados por la seguridad nacional, los aseguradores enfrentan una mayor incertidumbre política debido a sistemas legales más dispares, pudiendo llegar a limitar sus posibilidades de suscripción e inversión, exponiéndose a riesgos de cumplimiento y reputacionales, y a complicar o desafiar sus estrategias de internacionalización. Por ejemplo, los aseguradores se han retirado de mercados como Ucrania y reducido la cobertura en regiones que experimentan tensiones aumentadas, como Israel y Taiwán. Por el contrario, la demanda de aseguramiento ha aumentado en otras partes del mundo, indicando que los cambios geopolíticos presentan tanto desafíos como oportunidades de crecimiento para los aseguradores.

En síntesis, las tensiones geopolíticas llevan a una reestructuración significativa de las cadenas de suministro globales, ejerciendo un gran impacto en la industria de seguros, ya que replicar las cadenas de suministro puede llegar a tener un coste demasiado alto, tensionando de esta forma a las empresas y gobiernos y, por otro lado, pueden complicar los esfuerzos colaborativos globales, que son esenciales y necesarios para abordar amenazas críticas tales como el cambio climático, la seguridad energética y la salud, entre otras, y que podría escalar a una «guerra fría verde”, impactando el rol de los aseguradores para apoyar proyectos de transición.

Por último, se observa que riesgos como la desaceleración económica global, la incertidumbre en la política monetaria y fiscal, la inflación y la influencia de la geopolítica y los mercados internacionales, son los principales riesgos para el entorno económico global. Dentro de los mercados energéticos se hallan elementos como los precios del petróleo y gas, la guerra en Ucrania, las tensiones bélicas en Medio Oriente, los recortes de producción de la OPEP, entre otros, que afectan directamente a la dinámica de la economía global y que, por ello, se consideran riesgos económicos de elevada prevalencia subjetiva en la actualidad.

El análisis completo de los riesgos socioeconómicos y geopolíticos que afronta el mundo y el cuál está siendo la respuesta ante ellos, puede encontrarse en el informe Entorno de riesgos 2024-2026: tipología y análisis, elaborado por MAPFRE Economics y que está disponible en el siguiente enlace:

[1] Véase: documentos 1 a 5 en bibliografía consignada en MAPFRE Economics (2024), Entorno de riesgos 2024-2026: tipología y análisis, Madrid, Fundación MAPFRE.

Share This